Pinceladas de fuegos entre suspiros de Sueños (fragmento)

El oficio de los fantasmas se fue sustituyendo con los amantes que entrarían a escondidas por mi puerta de luna. Comencé a olvidarme del teatro para volverme mentirosa, deje de pintar lienzos para escribir versos sobre la pared, deje de bailar para ahogarme en formalidades y buenas costumbres, deje de vivir, para tragarme las penas como pan. Aquellas hadas, sirenas, magos, duendes, gnomos, unicornios y mariposas se volvieron figurillas de cerámica pintadas por mi, que hoy sirven para regresarme de vez en cuando el pasado.

Hoy la fe se endurece con rimel, se encierra entre las pantaletas, se asegura en un sostén, el rostro marchito se cobija con el maquillaje, aquellos luceros de ojos se volvieron canicas nubladas por la realidad, que para darles vida solo hace falta poner un poco de sombra sobre ellos y revivir la piel muerta con el rubor.

Sólo queda una pequeña esperanza, creer en el amor, esperar que esa perforación en el estomago te haga encontrar a otro igual a ti, con quien discutir, con quien aprender, con quien llorar, con quien amar, con quien sembrar hijos en un nuevo jardín, a quien abrigar entre los labios, a quien calentarle la noche y mojarle el día en la piel.

Sólo quisiera encontrar un sueño que venga a sembrar mis defectos y virtudes dentro del vientre, lograr vivir mi muerte y una vez viva poder morir en paz.

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