martes, mayo 23, 2006

Para olvidar...


Moriré,
porque sólo hay que morir,
porque el cuerpo se acostumbra a desangrar los versos
y uno deja volar la vida en cada sílaba…
Moriré en el luto del negro como la media noche
perenne hay que morir oscura y sin testigos…

Pintare en mi espejo los semblantes del dolor
Odiare como sólo el rencor puede dictar
Caeré muerta en los brazos de mi propio pensamiento.
y aplastare mi multicolor sonrisa cuando la luz se extinga…

Esbozare en el filo de la navaja los rostros de mi olvido,
Extraeré cada gota de tu recuerdo de mi sangre
así cortare los hilos de tu nombre de cada idea…

Después de morir no regresare donde mis padres
Me olvidare de ti y de mi como un suspiro del aliento,
Y romperé el reflejo vagabundo de nuestras noches,
Nuestro sueño king sice y nuestro avión de seda.

Seré la pausa que dejo el silencio en prenda
Viviré soñando que secaba mis pensamientos en flor al alba,
me encerraré cada día en mi capullo para deshojar el tiempo,
para derramar los días donde no fui yo para volar…

Amargamente ahogare mis labios en alcohol.
Beberé y beberé hasta que de ideologías florezcan yagas,
Y tal vez uno que otro de mis verbos ira mi funeral…

Elva*

viernes, mayo 12, 2006

Hablando de ti y de mi...


Y si te digo quién soy, pensarás que te he mentido,
que nunca fui lo que tu horóscopo decía.
Y si te digo que me marcho,
pensarás que me olvide de mi oficio de ser tu silla y beberme tu café.
Te diré que te dejo porque no te amo. Entonces mentiré
desde el nudo de mi garganta
a la punta de tu lengua…

Quizá nos podemos inútilmente perdonar, y nos embriaguemos
nuevamente el uno en el otro,
Entre besos,
besos y saliva, tequila ,
tequila y olvido, olvido
y limón. Mientras el verde
de la costumbre atará las cintas a los zapatos.

Después volveremos a engañarnos, seremos parte de otros platos y otras mesas,
tendremos un sabor diferente y un aroma que no nos corresponde,
pero nos diremos te amo y esperare de ti lo que ni de mi esperaría…

Te pediré que comas de mí, que bebas de mí, que seas yo,
que hagas de mi amor lo que te plazca, y estarás con otra
aunque no estés conmigo, y yo aunque sea de otro,
sin haber sido tuya le pondré a mis gemidos tu nombre...

Y nos odiaremos con el amor más puro que jamás vivimos…

Tormentosos, sólo como tu y yo podríamos serlo,
si haber sido nunca el uno del otro, sin ser,
ni la calle, ni la esquina ,
ni el paraguas,
sin llover por dentro y sin un rastro de destino.

Será que nos ahogamos el uno en el otro,
O nunca cerré el grifo por donde se filtro tu esencia en mi cuerpo.

Te pido que destroces lo que subsiste de mi amor,
mis labios de aire, mis senos terracota y mi sueño súper sport,
que eleves de una vez por todas mis anclas,
donde tantas veces me serví de ti como mi freno y mi timón.
Sólo quiero dejar de amarte y zarpar de tu cuerpo…

¿Me entenderás?
Siempre lo dude…

La vida es un vaso de agua al cual nunca supe si dejar lleno o muy vació,
Pero siempre bebí contigo,
siempre de un golpe y hasta el fondo de tu ser hasta embriagarme en tu aliento,
hasta ahogarme en el ir y venir de ti para conmigo.
amándote como solo los tontos amarían…
Aunque de copa en copa,
la distancia
sólo fue el cristal que reflejo de tu olvido…


Elva*

martes, mayo 02, 2006

De recuerdos y otras cosas...


Recuerdo cuando te marchaste,
el silencio se abrazo a mi cuerpo,
un gemido se convirtió en mi lengua y yo calle,
entonces mi alrededor se vistió de luto…

Mire a las estrellas cortando los hilos que las unían al cielo,
las mire cayendo al vació de lo terrenal,
las mire como se estrellaban
las mire como se destripaban como perros sobre el asfalto…

Te extrañaba en cada poro y en cada ausencia de ti a mi lado.
Todo era más negro y más pequeño que de costumbre,
incluso mis pasos que dejaban huellas encendidas se fueron apagando.
y me hacia más chiquita y el mundo me apretaba…

Recuerdo el bar de aquella esquina,
sus mesas y sus sillas siempre derechas y atentas a mis penas.
Recuerdo a las copas que como soldados una tras otra iban siempre formadas a mi mano
al comandante Tequila con el cuello alto y sin cabeza…

Y yo,
yo solo me bebía el néctar de tu ausencia y lo fermentado de mi alma.
Y yo,
yo iba acompañada de la chingada que al final se fue con otro…

Cuántos recuerdos tengo de aquella noche…

Recuerdo el ferrocarril y sus vagones de cuarta;
aquel gigantesco ciempiés de acero que trago tu rostro y nombre.
Tu apellido lo alcance a guardar en los hijos que nunca tuve,
pero nunca fui capaz de decirle desgraciado a ninguno de ellos…

A pesar de todo sonreía,
estaba ebri-borracha de amor,
(Él mejor sinónimo del estupidismo)
pero aun así te amaba con las fuerzas infinitas de olvidarte…

La vida seguía porque nunca quiso esperar en el camino a nadie,
Los grillos no dejaban de cantar y las cortinas del cielo permanecieron cerradas,
El Sol se pudría detrás de ellas y la luna dejo un hueco en el cielo para escapar,
Así que no hubo más de beber, ni más lluvia acida, ni más ranas ni más amores…

La vida se convirtió en una X grandota,
de esas que si las levantas se convierten en tu cruz,
de esas que son la segunda llamada de la muerte antes de que la clave en algún sitio.
Y que le queda a uno,
solo le quedad seguir suspirando por lo que no llega,
matando con suspiros a los chinos del otro lado del mundo…


Total, siempre me pierdo en el camino largo;
yo hablaba de ti y no del mundo,
ni de asfalto,
ni de soledades,
Ni de todas esas cosas de las que siempre hablamos todos…

Al final me quedo de saldo la resaca.
De la crucifixión de tu recuerdo una que otra astilla;
todo sigue igual…
La oscuridad no tuvo otra más que seguir siendo oscura,
al olvido no le quedo más que olvidar,
Y a mi no me quedo más que encerrarme nuevamente en mi capullo king sice.
(por eso de la claustrofobia)

Y a ti, a ti que como papalote el viento te lleve…
Total los locos tenemos la condición de cebolla,
estamos siempre enterrados bajo la tierra en el mismo sitio…


Elva*